Castillo-Palacio de los Luna

El Palacio de los Luna se alza imponente en el cerro más elevado de la población de Illueca. Este castillo está estrechamente ligado a la figura de don Pedro Martínez de Luna, el papa Benedicto XIII o Papa Luna, que nació en una de sus dependencias en la primavera de 1328. En 1931, el Palacio de los Luna fue declarado Monumento Histórico-Artístico y en 2003 el Gobierno de Aragón lo declaró Bien de Interés Cultural, gozando así de la máxima de protección legal.

El palacio es el resultado de varias fases constructivas llevadas a cabo entre los siglos XIV y XVII. El inmueble primitivo se levantó en estilo mudéjar en los siglos XIV y XV y sus estancias se disponían en torno a un patio central abierto. En la actualidad, solo se conservan de esta época la Sala Dorada y la alcoba en la que nació Benedicto XIII.

En el siglo XVI, Don Pedro Martínez de Luna, Primer Conde de Morata y Virrey de Aragón, promovió una serie de obras con el fin de proporcionar a la fortaleza un aspecto palaciego. Se construyó entonces la galería de arquillos que recorre la fachada y las torres laterales en su parte alta, así como la portada principal que está inspirada en el Renacimiento italiano.

En el siglo XVII siguieron las reformas en el palacio bajo la tutela del primer marqués de Villaverde. Se modificó la entrada principal, se amplió el patio de armas y se construyó una escalera monumental en el patio medieval, que fue a su vez cubierto. También se llevó a cabo la decoración del mausoleo, en la capilla privada del palacio.

En la actualidad, el palacio se presenta como un impresionante conjunto de planta rectangular irregular, construido en mampostería y ladrillo. Al exterior, destaca como un gran volumen prismático con torreones en las esquinas y una gran portada flanqueada por dos torreones cilíndricos. 

En el interior, el espacio de distribuye en tres plantas: los salones principales se encuentran en la planta primera, en la segunda se disponen varios aposentos y la tercera corresponde a la falsa. Las estancias más antiguas son la Sala Dorada y la alcoba en la que nació Benedicto XIII; ambas cuentan con espléndidas techumbres de madera y frisos que recorren su perímetro con ricas yeserías de tradición mudéjar. La Sala del Mausoleo, antigua capilla privada, fue transformada en el siglo XVI, cuando se realizó su portada renacentista, y en el siglo XVII, con la construcción del propio mausoleo. En este lugar reposaron los restos de Benedicto XIII hasta la Guerra de Sucesión española (1701-1715). En el siglo XVII se construyeron la Sala de la Corona, en la que sobresale su decoración, así como la escalera monumental.

Alfarje de la Sala Dorada

La Sala Dorada es una estancia rectangular de gran tamaño que pudo ser el salón de protocolo del antiguo castillo del siglo XIV. Recibe su nombre por la decoración dorada de la magnífica techumbre de madera que cubre todo el espacio y en cuya ejecución participó, probablemente, Mahoma Rami.

Se trata de un alfarje soportado por seis jácenas sobre las que se disponen las jaldetas. Los espacios de separación entre la jaldetas están divididos por listeles que generan espacios cuadrados y rectangulares intercalados. El alfarje conserva gran parte de su decoración pictórica realizada a base de motivos vegetales y florales, y destacan sobre todo los motivos heráldicos que corresponden a la familia de los Luna y a otras vinculadas a esta. Los escudos heráldicos se localizan en los laterales y el papo de las jácenas, dividiendo estas vigas en tres espacios iguales, y en los canes de las zapatas, presentando estos últimos, además, decoración tallada y un llamativo color dorado.

Intervenciones

El Palacio de los Luna ha sido propiedad de varias familias a lo largo de los siglos y desde 1981 pertenece al Ayuntamiento de Illueca que, con la participación de otras instituciones, ha llevado a cabo una importante labor de conservación y restauración. Entre los años 1984 y 2000 se realizaron, en varias fases, actuaciones para reforzar y consolidar la estructura y la fábrica del edificio, y se intervino a su vez en las salas nobles de castillo.

Las dependencias restauradas del palacio acogen la sede de la Comarca del Aranda, una hospedería y un centro de interpretación dedicado a la figura de Benedicto XIII, el Papa Luna.

En el alfarje situado en el palacio de la familia Luna ya aparecen elementos de claro sabor gótico renacentista, como antesala de los nuevos gustos surgidos en el siglo XV.

Se articula mediante la colocación de numerosas jaldetas dispuestas perpendicularmente sobre las jácenas de grandes dimensiones, que —apeadas sobre canes— soportan todo el forjado del techo.

El amplio espacio, resultante del conjunto jácena-can en su entrega a los muros, es aprovechado para desplegar toda la heráldica en honor a la familia promotora.

Cobra importancia, en el aspecto decorativo, la cenefa calada de yeso que, semejando una rejería a base de círculos, ocupa el espacio en la parte superior de los muros de la estancia.

Estas imponentes jácenas fueron doradas originalmente. Hoy, exentas de todo rastro pictórico, están decoradas con un característico enmarcado a base de gramiles en su parte inferior y en los perfiles; recurso que veremos de nuevo en otras propiedades de la familia Luna.

Cierra el techo una sucesión de cintas colocadas de manera alterna entre cada calle de jaldetas, saliéndose de la disposición tradicional de cinta y saetino tan del gusto mudéjar. Inicialmente agramiladas, las jaldetas se forraron posteriormente de papel pintado con motivos vegetales de gran colorido.

En la estructura del alfarje destacan, por su función de apeo y elemento de asiento de las jácenas, los canes, que en su extremo fueron tallados minuciosamente, aunque en algunos de ellos no podamos apreciarlo debido al estuco y al dorado posterior.

Castillo del Papa Luna

Plaza de Peñíscola, 1
Google maps:
41.538710, -1.630504

Illueca en redes sociales

Facebook: @aytoillueca @comarca.delaranda

Instagram: @comarca_del_aranda